Los jardines botánicos son espacios destinados a cultivar y preservar colecciones vegetales, ya sea de plantas nativas o de plantas exóticas. Son espacios importantísimos tanto para la conservación como para la investigación. La protección de especies vegetales hoy en día es más importante que nunca; se estima que el número de especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios y peces que han sido descritas al momento es menor al número de especies de plantas que están en peligro de extinción.

Los jardines botánicos del mundo contienen una riqueza de plantas verdaderamente extraordinaria: en total, los 3,000 jardines botánicos del mundo reúnen cerca de 80,000 especies (cerca del 30% de las especies vegetales conocidas), de las cuales 40% son especies amenazadas. Su labor en educación tampoco es poca cosa, pues se estima que son visitados por 500 millones de personas anualmente.

Hay tres jardines botánicos que han sido nombrados Patrimonio de la Humanidad: El Jardín Botánico de Singapur (fundado en 1859), el Real Jardín Botánico de Kew, Inglaterra (fundado en 1759) y el Jardín Botánico de Padua, Italia (fundado en 1545).

Latinoamérica también tiene algunos jardines galardonados y reconocidos a nivel mundial. Algunos destacan por su importancia en conservación/investigación, como el Jardín Botánico de Río de Janeiro (con una de las mayores colecciones del mundo). Otros jardines destacan por su belleza: el Tropicario Jardín Botánico de Bogotá, por ejemplo, fue ganador de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito.

En México la historia de los jardines botánicos puede ser rastreada hasta la época prehispánica. Hoy en día, es uno de los países latinoamericanos que más territorio ha destinado a este propósito. Algunos sus jardines notables son:

• El jardín botánico del instituto de biología de la UNAM cuenta con 300 especies en peligro de extinción dentro de su colección de más de 1,800 especies.


• Oaxaca es el estado con mayor diversidad de varios tipos de plantas en México, por lo que no es sorprendente que el Jardín etnobotánico de Oaxaca, cuyo diseño estuvo encabezado por Francisco Toledo, sea uno de los mejor concretados en el país.